Realiza un mantenimiento de tu bicicleta periódico
Realizar un buen mantenimiento de nuestra bicicleta es una acción importante que no podemos olvidar, y que no se debe descuidar. Mantener tu bici limpia es un buen comienzo, pero tienes que asegurarte de que también esté debidamente cuidada y lubricada. Esto permitirá un mejor funcionamiento y nos facilitará una marcha más fluida y eficiente.
Usa lubricantes, grasa y limpiadores para mantener tu bicicleta
Da igual todas las herramientas que tengas, que si no tienes unos buenos lubricantes, éstas no servirán para nada. El tener correctamente lubricados los componentes mecánicos de tu bicicleta te proporcionará un importante ahorro ya que evitarás en gran medida averías muy comunes que simplemente resultan por la falta de cuidado y lubricación en la misma, además que como ya hemos dicho en otro ocasión de forma complementaria hará que se alargue la vida útil de nuestra bicicleta, algo que todos queremos.
La grasa de montaje también es algo indispensable para ciertas partes de tu bicicleta. Te ahorrarás un montón de ruidos y crujidos si la aplicas en el tubo de la tija del sillín o en el pedalier.
Existen dos tipos diferentes de limpiadores para bicicletas, categorizados como limpiadores generales/multiusos o como desengrasantes. Ambos son muy específicos y realizan funciones diferentes. A continuación hablaremos algo sobre ellos con el fin de que podáis conocer mejor su utilidad.
Tipos de materiales para mantener tu bicicleta
Limpiadores generales o multiusos
Estos productos se emplean para quitar la suciedad, pero sobre todo ayudan a mantener nuestra bicicleta brillante y bonita. Se recomienda utilizar estos productos generales para limpiar ciertas zonas como el cuadro, el sillín, el manillar, los pedales, las cubiertas y las ruedas. Los agentes de limpieza que utilizan estos productos no son tan potentes como los incluidos en los desengrasantes, por lo que son ideales para zonas de la bici sin grasa fuerte o suciedad resistente.
Combina un líquido limpiador para bicicletas con un buen juego de cepillos de limpieza para asegurarte de que podrás llegar hasta los rincones más difíciles de alcanzar y eliminar así toda la suciedad posible.
Desengrasantes y limpiadores de cadena
Los desengrasantes y limpiadores de cadenas ayudan a quitar el aceite y la grasa de la transmisión y nos mantendrán los componentes limpios y funcionando eficientemente. En este caso, los productos desengrasantes suelen ser unos limpiadores más potentes que los productos de limpieza generales, por lo que se recomienda tener especial cuidado al utilizarlos. Evita aplicar el desengrasante directamente en los rodamientos y los cables, pues este tipo de productos puede causar la eliminación completa de la grasa necesaria en este caso, para su buen funcionamiento. También en algunas ocasiones puede ser necesario el uso de desengrasantes en los frenos de las bicis de carretera para eliminar los residuos de las zapatas de freno, especialmente después de una sesión bajo la lluvia o en condiciones de humedad.
Los limpiadores de cadenas facilitan en gran medida la tarea de limpieza de la cadena, el cassette y los platos. Un buen cepillo de cerdas rígidas te ayudará a eliminar los aceites y grasas tenaces acumulados entre los piñones o los platos.
Grasa
Al igual que algunas zonas de nuestra bici requieren de la eliminación de cierta grasa, otras en cambio necesitan que por el contrario, la apliquemos. Esta grasa se suele utilizar en los componentes roscados, los rodamientos de bolas, los cables y las piezas fijadas de tu bicicleta, como la tija del sillín o las piezas internas de la dirección.
Entre las principales razones por las que este tipo de lubricante resulta imprescindible, destaca la de garantizar el funcionamiento suave y la rotación fluida de las piezas, así como la prevención para que las piezas no se queden estancadas en su sitio. Después de engrasar un componente, recuerda siempre limpiar el exceso de grasa, para evitar así que se pueda acumular fácilmente la suciedad u otros residuos adheridos.
Lubricantes
Son tres los tipos de lubricantes que existen y que a continuación pasaremos a detallar:
Lubricantes secos
Los lubricantes secos son un tipo de aceites finos no pegajosos a base de cera o teflón. Estos aceites están diseñados para un uso en condiciones secas y polvorientas, por lo que no atraen la suciedad que podría contaminar la transmisión.
Lubricantes húmedos
Los lubricantes húmedos son aceites en cambio más pesados que los lubricantes secos, ya que necesitan resistir un uso en condiciones húmedas y con barro. Este tipo de lubricantes también se pueden utilizar para engrasar el interior de las fundas de los cables, lo que favorece una acción interna más fluida y puede prevenir la corrosión y el efecto de cables pegajosos.
Lubricantes generales
Los lubricantes generales son aceites de uso común que, tal y como sugiere el nombre, son buenos para todo tipo de condiciones meteorológicas. La desventaja de estos lubricantes es que no son un producto específico para condiciones concretas de ciclistas determinados, motivo por el cual se crearon los lubricantes específicos secos y húmedos de forma complementaria a estos últimos.